Segunda aventura que realizo con la bicicleta durante varios días. Esta vez hay diferencias. Terreno más duro, un solo acompañante aunque no podía ser nadie mejor, y tienda de campaña en vez de albergue. El reto era grande pero la ilusión aún más. Sin tener el rumbo demasiado estudiado, fijamos la salida en el pueblo de Llançá, en la costa de Gerona, y donde por supuesto nos dimos un baño. Antes durante nuestro viaje en tren y autobús pasamos por Barcelona, donde a parte de que casi nos roban la bici, pudimos contemplar la playa de la Barceloneta y La Sagrada Familia.
Como el camino no lo teníamos claro, tras intentos por caminos, decidimos entrar en algunos tramos de carretera y seguir ésta por el momento. ¿A Figueras o La Jonquera? Así surge nuestra primera duda. El aire nos hace decidir que a la Jonquera y así hacer parte del recorrido por Francia donde nos alojamos en un camping. A partir de ese momento guiándonos con el mapa y a ir día a día donde nos apeteciera. Eso sí, queríamos visitar Andorra. Solo teníamos eso claro, y que estaríamos unos 10 días.
Visto como llevábamos la aventura establecimos el final en Jaca. Buen final como colofón a nuestro bonito camino. Atrás quedaban las duras montañas de los Pirineos, nuestra estancia en Andorra (donde nos quedamos un día más, haciendo la subida a Ordino-Arcalís y vimos el rally que tanto gustó a Ramiro), nuestros desfallecimientos, nuestras siestas-jeje, nuestros baños en el río, nuestros recuerdos por esos parajes,... En fin, otro viaje inolvidable
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